lunes, 24 de marzo de 2014

24 DE MARZO DE 1976: PROCESO DE REORGANIZACION NACIONAL.



 Tte_-Gral
MUCHAS GRACIAS MI TENIENTE GENERAL. A LA DISTRA DE DIOS. QEPD.
Bajo la denominación Verdad, Memoria y Justicia se publicitan diversos actos en repudio del golpe militar dado el 24 de marzo de 1976, lo cual en principio parece absolutamente correcto. Sin embargo, dada la forma sesgada como se relata en la actualidad nuestra historia reciente y pasada, considero correcto señalar que para llegar a la “verdad” y a la “justicia”, la “memoria” debería ser completa. De tal manera, ese relato no debería prescindir de la realidad y olvidar que desde 1969 se produjeron en el país numerosos actos terroristas. Los asesinatos de Augusto Timoteo Vandor, José Ignacio Rucci, Oberman Sallustro, Arturo Mor Roig, entre otros muchos. Así como el cobarde asesinato del capitán Viola y de su pequeña hija en pleno centro de la ciudad de Tucumán, provincia declarada “zona semiliberada” por el terrorismo apátrida, donde murió el teniente Berdina combatiendo en defensa de nuestro pabellón nacional en plena selva. O el de Paula Lambruschini, víctima en plena Capital de una bomba asesina. Y no debemos olvidar las crueles ejecuciones de los coroneles Camilo Gay y Jorge Roberto Ibarzábal -entre otros muchos-, o del soldado Hermindo Luna, acribillado en 1975 por no entregar la guardia de su regimiento, el 29 de Infantería de Formosa.
Si la memoria es completa y se rinden honores también a todos los que murieron y/o sufrieron en una guerra despiadada y no convencional, recién entonces podrá hablarse sobre “verdad y justicia” con un mínimo de autoridad moral.
- ORDEN DE PRIORIDADES
Se conmemora el Día de la Memoria por la verdad y por la justicia. Quienes combatieron en la clandestinidad al gobierno democrático de Isabel Perón, atentando contra la democracia, no sólo gozan de pensiones, sino que además han recibido interesantes sumas indemnizatorias. Eso más allá de los cargos que ocupan hoy en el Gobierno.
Una semana más tarde se conmemora el Día del Veterano de Malvinas. Éstos no tuvieron la misma suerte que los anteriores. Combatieron contra un enemigo poderoso, armado con la última tecnología. Hicieron todo lo posible para recuperar las Malvinas y demostraron un coraje inusual.
A ellos apenas les asignan una magra pensión. El mismo orden en que se suceden los feriados es el mismo orden de prioridades del Gobierno.
- LA MENTIRA OFICIAL
Tata Yofre: La verdad sobre el Golpe Militar
- LO QUE NO SE DICE DEL 24 DE MARZO DE 1976.
Por Agustín Laje
- LUIS LABRAÑA EX MONTONERO: “LO DE LOS 30 MIL DESAPARECIDOS LO INVENTÉ YO”
Por La Verdad Historica y la Libertad de los Presos Politicos
El lunes 24 de marzo, el poder de turno, conmemora una vez más el llamado “Día de la Memoria”, a modo de colaboración para que la memoria sea “Completa”, difundimos los dichos del “inventor” de la cifra de los 30.000 desaparecidos, desnudando una pequeña parte del “Negocio de los Derechos Humanos”.
- EEUU: Un juez sentenció que los juicios a los militares son políticos
Robert L. Dube, de Florida, denegó la extradición del Teniente de Corbeta Roberto Guillermo Bravo, acusado por el caso Trelew, señalando, entre otras cosas, que algunos de los testigos que se presentaron eran peligrosos terroristas.
TRIBUNAL DEL DISTRITO DE ESTADOS UNIDOS DISTRITO DEL SUR DE FLORIDA CASO NUMERO 10-20559-MC-DUBÉ EN EL CASO DE EXTRADICIÓN DE ROBERTO GUILLERMO BRAVO, ORDEN DENEGANDO LA CERTIFICACIÓN DE EXTRADICIÓN
- UNA PRETENSION DE ETERNIDAD QUE VA LLEGANDO A SU FIN.
Por Mariano Grondona
Nuestro país vive entre dos ciclos. Uno agoniza. El otro pugna por nacer. El que agoniza emite claras señales. El que pugna por nacer apenas palpita. Habitamos los tiempos finales de Cristina, pero casi no hablamos sino de la Presidente. Hablamos todos los días de Cristina, y sin embargo, en el fondo, casi ya no nos concierne.
Como dicen los chicos, en definitiva, Cristina “fue”. Pero los periodistas y los políticos seguimos hablando de ella como si fuera eterna. ¿Cómo explicar esta contradicción?
No nos olvidemos, en este sentido, de que el kirchnerismo empezó por ser una pretensión de eternidad a la que interrumpió bruscamente la muerte súbita de su fundador.
Pero la desaparición física de Néstor Kirchner no convirtió por eso al kirchnerismo, automáticamente, en republicano. Un líder o un partido son verdaderamente republicanos cuando aceptan su carácter transitorio, cuando asumen su condición temporal. Desde su origen, al contrario, el kirchnerismo ha sido dinástico, porque imaginó que el poder le pertenecía como una herencia familiar. Para el kirchnerismo, la Argentina es una prolongación imaginaria del territorio de Santa Cruz. Esta proyección ignora un detalle significativo: que la Argentina, con sus cuarenta millones de habitantes, no es Santa Cruz.
Al morir Néstor, sin embargo, Cristina, lejos de convertirse en republicana, redujo la dinastía que había compartido con Néstor a algo parecido a una monarquía. De ahí en más, el poder sería solamente de ella y de nadie más, a menos que el espíritu dinástico que habían compartido con Néstor pudiera transmitirse a Máximo.
En las cuentas del poder que tejía el kirchnerismo, empero, cada día se notó más la ausencia del residuo democrático que aún necesitaba: la aprobación popular. Pero el 27 de octubre último el pueblo, que aún cuenta, le bajó el pulgar. Fue a partir de este pronunciamiento popular que el ciclo de Cristina empezó a agonizar. Si Cristina y los suyos hubieran sido republicanos como en Uruguay o en Chile, el mecanismo sucesorio ya estaría en franco movimiento. Pero el poder kirchnerista es una dinastía trunca, ya que no ha previsto su propia sucesión. El país se encuentra así ante una paradoja al parecer insoluble. Aún manejado por una dinastía sin futuro, que no había imaginado un horizonte inexorablemente republicano, el kirchnerismo se encamina hacia un incierto porvenir.
Es como si un viajero hubiera trazado minuciosamente una ruta que, de pronto, prueba ser intransitable. La Argentina que Néstor y Cristina habían previsto es intransitable. ¿Qué harán? La primera pregunta que salta a la vista no es por cierto sobre Cristina, que ya quedó fuera del juego, sino sobre aquellos que tendrán que reemplazarla en el destino del poder. ¿Quiénes serán? ¿Hacia dónde irán?
Lo primero que a algunos se les ocurre es la convocatoria de una amplia elección interna de la cual nadie quede excluido y a través de la cual podrían surgir los “finalistas” de la próxima carrera presidencial. La idea es atractiva, pero conlleva riesgos. Un primer interrogante sería sobre el papel que en este entrevero la cabría al propio kirchnerismo. ¿La imaginamos a Cristina aceptando mansamente otro escenario en el cual ella perdiera su protagonismo? ¿Imaginamos a los partidos no kirchneristas ocupando competitivamente entre ellos el lugar que ocupaba el kirchnerismo? A poco que se recorra aunque sea tentativamente este camino, la perspectiva de un país resueltamente “poskirchnerista” de aquí a pocos meses se vuelve difícil. El kirchnerismo quiso abarcarlo todo y esto fue utópico, pero también sería irreal, en el otro extremo, hacer como si el kirchnerismo no hubiera existido durante todos estos años.
A medida que nos vamos internando entonces en la maraña del sistema político de un país verdaderamente republicano y a la vez poskirchnerista, la empresa de refundar ahora, en pocos meses, casi desde la nada, un nuevo sistema se presenta como un desafío que debería comprometer los mejores esfuerzos de todos los argentinos.
¿Estaremos a la altura de esta gran convocatoria? En contadas oportunidades, hubo generaciones de argentinos que supieron cumplir con su deber patriótico en horas tan intensas y peligrosas como la de hoy. Pero lo sabían. Desde las guerras de la Independencia en adelante, el país estuvo cerca de zozobrar más de una vez, pero aquellos que una y otra vez lo salvaron quizá tenían una ventaja que nosotros no tenemos: eran conscientes del peligro. Sabían de qué se trataba. A lo mejor no nos hemos dado cuenta todavía de que al poskirchnerismo lo espera un formidable desafío: caer en la cuenta de dónde está y actuar en consecuencia.
- CARTA ABIERTA AL JUEZ CARLOS ALBERTO ROZANSKI
Esta carta abierta del Comisario Miguel Etchecolatz a su juez y verdugo Carlos Alberto Rozanski, le fue entregada en mano el día lunes 17 de marzo en el penal federal de Marcos Paz al Sr. José Luis Milia a los efectos de una mejor lectura del texto se transcribe a continuación la misma.
Hay cosas que por ser tangibles uno no puede menos que dejar de reconocer. A lo largo de todos los juicios en los que usted me ha enfrentado, no juzgado, cabe suponer que usted cree haber ganado como si la administración de justicia se tratara de una prueba deportiva y no de poner en juego, solo con la verdad, eso que la sociedad ha puesto en sus manos, el libro de la ley.
El tribunal oral que usted preside está corrompido irremediablemente, pero ha sido  usted quien ha permitido con sus actuaciones que la corrupción se adueñara de su accionar. Es usted quien ha convertido a su tribunal en un lodazal jurídico donde lo único que es seguro es el triunfo de la sinrazón y es aquí donde debo reconocer la momentánea victoria suya, porque yo no soy el procesado que enfrenta con sus circunstancias al tribunal, yo soy su condenado porque a lo largo de los juicios en que nos hemos encontrado usted ha hecho lo necesario para que yo no reciba justicia y tenga yo la seguridad que, ni bien comenzado el juicio, seré condenado diga lo que diga en mi defensa.
Usted ha montado una metodología que, burlando la ley, no solo me causa perjuicios sino que la usa para influir en personas que solo tienen la esperanza de saber la verdad de lo sucedido y no la trama de un siniestro relato urdido por quienes tienen puesta su vista en una mera ganancia. Este es un daño injustificable a mi persona y, aunque usted lo sabe, no le importa; ocupado como está en su rol de juez “estrella”
Respecto del desorden ocurrido el 28/02/2014 en la sala donde se desarrollaba uno de los tantos juicios “revolucionarios” que usted preside y donde era yo uno de los acusados principales no solo fue incapaz de corregir semejante disturbio sino que contribuyó a agravarlo faltando a sus funciones que implican lograr que un juicio se desarrolle en total concordia.
Usted no tuvo la voluntad de corregir la situación reprimiendo las exteriorizaciones de aquellos que solo buscaban el conflicto sino que con su accionar demostró que comparte sus intereses ya que aunque debía mostrarse ajeno- de ser un magistrado ecuánime- a la algarada organizada usted prefirió adherir a la pequeñez del apasionamiento evidenciados por ellos.
Si bien es menester reconocer que usted ha sabido valorar el notable impacto que la publicidad y propaganda tiene en la opinión pública y lo utiliza con sagacidad, también es cierto que comete el error de creer que los gastados argumentos que usted maneja sobre los derechos humanos siguen teniendo la misma vigencia que al principio, ya que la sociedad se ha dado cuenta- lentamente, es cierto- que en su conjunto todos estos enunciados grandilocuentes que usted repite solo tienen el objetivo de enmascarar las verdaderas intenciones de aquellos de los cuales es usted solo un peón.
Es usted, Dr. Rozanski, hombre de palabra rápida y engreída. En su soberbia habla como si la posteridad estuviera atenta a sus palabras. Sus reiteradas alusiones a la “legitimidad de su función” solo tienen como objetivo justificar su sumisión al poder político olvidando que es frase no le pertenece, es la misma que cientos de jueces usaron en la Rusia soviética, la Alemania nazi o la Italia fascista para justificar su contribución a la pérdida de la independencia judicial en función de los inconfesables intereses de sus amos.
Algún día la sociedad argentina tendrá la posibilidad de saber como un sistema judicial corrupto mantuvo a fuerza de calumnias y falacias a ciento de rehenes que tenían escrito en sus prontuarios. “lucharon por la libertad de los argentinos”
Yo, con más de ochenta años, estoy en sus manos. Es muy posible que muera en prisión tan solo para satisfacer no solo su ego sino también su deseo de hacer las cosas conforme a los dictámenes de quienes son propietarios de su conciencia y a quienes solo  los mueve un deseo espurio de venganza.
Ud. como juez ha carecido de valor para mantener a la verdad en alto; esa carencia le impide siquiera, intentar ser justo.
Miguel O. Etchecolatz  
Prisionero de Guerra  
L.E.: 5.124.838

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